Gatos Callejeros AUTO-EDICIóN: Presentación. "El Conde de Llucmayol" en Barcelona.

Entrevista a Kike Albareda. Promotor de "La Rampoina."

Próxima Asociación Cultural.

El sábado 19 de Febrero presentamos el libro “El Conde de Llucmayol” en la calle Viladomat, 132 de Barcelona, a las 18:00.

Unos amigos que están impulsando una asociación cultural me han hecho el honor de cederme su local antes incluso de que esté abierto al público. Se trata de “La Rampoina”, que será un espacio cultural polivalente ideado por artistas y profesionales con una vasta experiencia en el panorama cultural barcelonés. Se trata de músicos, fotógrafos, pintores, escritores… Hablamos con Kike Albareda, uno de sus promotores, para que nos presente el proyecto.

¿Por qué “La Rampoina”?

“La Rampoina” es una expresión, una cosa que tiene poco valor. Lo que llamaríamos vulgarmente un pongo. Cosas que tienes por casa que te han regalado, las vas cambiando de sitio y no sabes qué hacer con ellas. Nosotros tenemos un grupo de gente que nos reunimos una vez al año y nos llamamos “la Rampoina”. Es gente que se dedica al mundo de la cultura, la mayoría son profesores, y aparte son músicos, dibujantes, poetas…. Nos quedábamos cortos para hacer actividades y necesitábamos un local para realizarlas. Haremos charlas, presentaciones, exposiciones. Eso es lo que queríamos y el local lo estrenamos contigo. Bueno, de hecho será una pre-inauguración. Estamos ultimando detalles, hay un poco de obra que se está haciendo y este mes tendríamos que inaugurarlo.

- ¿Qué objetivo tiene la asociación? ¿Crear un ámbito en el que desarrollar actividades independientes?

Un centro cultural en el que se puedan crear actividades. Por ejemplo, yo tengo un centro de documentación musical, un archivo de música extenso que lo tendré en una parte del local. Habrá un pequeño estudio de grabación. Haremos un programa de radio por internet. Se tiene que generar mucha actividad cultural, es nuestra ilusión. Somos gente que llevamos muchos años dedicados a esto y nos hacía falta dar un pasito para que en una ciudad que tiene tanta actividad cultural como Barcelona, exista ese espacio que sea un vehículo para canalizar proyectos de gente que se dedica a la cultura. De aquí o de fuera. Por ejemplo tenemos pendiente la presentación de un libro de un periodista de Alicante, una exposición de artistas de Valencia que hacen cuadros relacionados con el mundo de la música…

- ¿Os habéis planteado organizar talleres?

Sí. Todo esto está pensado. Habrá talleres de pintura, de música, yo voy hacer uno djay, de historia de la música adaptada al disc jockey, de comic. Exposiciones hay varias apalabradas: una de fotografía ornitológica (de pájaros), varias de artistas plásticos, otra de comics.

- Tú tienes una trayectoria cultural asociativa. Formaste parte de “espai obert” que fue vivero de varias iniciativas “alternativas”. Me gustaría que me hablaras un poco de eso. ¿Cómo funcionaba?

De hecho el “espai obert” forma parte del pasado. Ahora no tiene sentido. Ahí empezó Ada Colau. Éramos compañeros de local. Estábamos con otros colectivos, todos de ámbito libertario. Yo tenía allí un espacio que albergaba el centro de documentación musical. Como tenían un escenario montábamos actividades. Organizábamos, por ejemplo, un día de cantautores, traíamos gente de Sudamérica, de distintas partes de España y venían a tocar sus canciones. Se llamaban ACTA (Asociación de Cantautores.) Nosotros podíamos ofrecerles un escenario para actuar. Aquello ya pasó, y el local este no tiene nada que ver. Está desvinculado políticamente de todo. Yo pienso que la política y la cultura no se llevan bien. Si se llevaran bien este país sería muy diferente. Se apoyaría la cultura, y la cultura es necesaria.

- Otra cosa que te quería preguntar. Tú eres músico…

Bueno, soy más disc jockey que músico. Tuve mis fases de músico, de hecho empecé como músico…

- Quería que me hablaras de esa etapa. Formaste parte de “Els Masturbadors Mongolics” que fue uno de los primeros grupos punk de Barcelona y de España, en plena transición democrática.

Era casi antes de que empezara la transición. Empezamos en el 78 o así. Estaba La Banda Trapera del rio y los grupos que participaron en el primer festival punk. Por Madrid estaba Ramoncín, que venía mucho por aquí, Los Basura y otros grupos pioneros. Éramos unos chavalillos, tocábamos por inercia, no teníamos calidad musical, era todo vocacional. Nos gustaba eso y nos lanzamos a tocar. Nos movíamos por el Zeleste antiguo, en la calle Platería, por ahí se movían todos los músicos de la época y ahí nos conocimos.

- ¿Cómo os da por hacer punk?

Era el principio de todo. Había un colectivo que se llamaban “Cuc sonat” que organizaron “El Festival de la Tortuga Ligera”. El movimiento Punk empezaba en Inglaterra. Los Sex Pistols acababan de sacar “Anarchy in U.K” y se quiso recoger lo poco que había aquí sobre ese estilo de música. Éramos cuatro. El movimiento punk de Barcelona se formó con gente que no era punk. Como era un movimiento creaba espectación. De hecho, si te fijas en Inglaterra, The Police estaban considerados un grupo punk y no lo eran. Era un movimiento y los movimientos generan esa ilusión de que los músicos pueden tocar y arrastrar gente. Después se define el movimiento, pero en un principio se apunta todo el mundo. Recuerdo que en los comienzos del punk barcelonés había algún grupo de Rock Sinfónico. No se sabía muy bien lo que era el punk, no estaba definido. Eso pasó después. Se identificaba el punk con Los Sex Pistols, pero aquí había cuatro que los conocían. Cuando escuchamos el disco de Los Sex Pistols pensamos: “se parece a lo que nosotros hacemos”. Nosotros tocábamos Rock & Roll cañero y sucio, para nuestra edad era lo que había. No veníamos del Jazz, ni del Rock Layetano.

- En los últimos años del franquismo y primeros de la democracia el panorama musical español lo hegemonizaban los cantautores, la canción protesta. El Rock se quedó en algo marginal, en el 75 se hace el Festival de Burgos calificado despectivamente como La invasión de la cochambre. Eran hippies todo lo que había por allí. El poco Rock que se hacía en España era mayoritariamente rock sinfónico. Es curioso que esa situación salierais vosotros y otros grupos coetáneos al estallido punk de Londres.

Piensa que la gente que hacía Rock sinfónico en aquel momento ya estaban al final de la ola. La muerte de Franco abrió puertas, y en la puerta estábamos nosotros. Éramos la nueva generación que lo rompía todo. Los que venían del Rock layetano y la parte esa de los festivales terminaron despareciendo.

Se hacían muchos festivales a mediados de los 70 en España. Por entonces compraba la revista “Disco expres” y los iba siguiendo. Estaban grupos como Los Bloque, Los Leño, Los Ñu, Los Iceberg, La Compañía Eléctrica Alarma, Pau Riba… estos que actuaban eran los hippies de la época. Muchos no eran hippies, porque en la parte de Madrid los Leño y los Ñu no lo eran. Aquí era otra cosa, el Cannet Rock contribuyó a extender la contracultura. Estaban La orquesta Mirasol, los grupos de Rock Layetano, etc. Solían juntarse en festivales que se hacían por aquí. Recuerdo uno que se hizo uno en Granollers que vinieron los Family y otros grupos catalanes. Fueron la antesala de los grandes festivales. Estaban la policía y la guardia civil a la entrada controlando a la gente, observando como fumaban porros y algunos acababan tirados por el suelo comiendo trippys. Estaba muy pegado al final del franquismo, aún se recibían ostias. Se empezaban a abrir puertas a las nuevas músicas, como el punk. Lo que venía de atrás iba cayendo. Lo mismo sucedió con los cantautores, empezaron a desaparecer, solo se mantuvieron los que más fama tenían. Todo esto fue un cambio de fase y el punk abrió la siguiente.

- Vosotros sois contemporáneos a La Banda Trapera del Río. ¿Qué relación teníais con ellos?

Que coincidíamos en algún festival. En principio no había buen rollo. En el Festival de la Tortuga Ligera le dieron una paliza a nuestro cantante. Hay que entender la situación, el chico era un poco broncas, la había liado en varios sitios y ese día la lió a los de La Banda Trapera, y fueron a por él. Estas cosas pasaban. Éramos los jóvenes gamberretes que el punk nos hacía ser un poco más rebeldes de lo normal. Esto los hippies no lo hacían. Algunas actuaciones acabaron mal.

Aparte de esto lo que quería resaltar es que en este local se va a hacer mucha actividad y variada. Va a ser un espacio polivalente en el que se puedan impulsar varias actividades de manera simultánea y/o consecutiva. Es lo que necesitábamos y teníamos ganas de hacer.

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El Conde de Llucmayol llegó a Mallorca en 1229. Dentro de las tropas que comandaba Jaume I "El Conqueridor" para conquistar la isla. Cuando se acercaba a la vejez descubrió que beber sangre caliente de mujeres entre 20 y 40 años le proporcionaba la inmortalidad.

Durante siglos sació su sed abasteciéndose de las sirvientes que trabajan en sus propiedades. En la década de los 60 del siglo XX, con la llegada de las primeras turistas descubrió que era más excitante asaltar a las desinhibidas visitantes extranjeras.

Construyó una cadena de hoteles repartidos por toda la isla dónde se hospedan sus posibles víctimas.

Desde finales del siglo pasado se asoció con importantes empresarios alemanes que encubren sus crímenes a los ojos de las autoridades.