¿Publicar o auto-publicar? Ese es el dilema.

 

 

Imaginemos que acabas de terminar un libro de 30.000 palabras. Solo tú sabes el esfuerzo que te ha costado hacerlo, y la satisfacción que te ha dado ver el manuscrito acabado. Pero aún es un proyecto, no una realidad. Tienes dos opciones para materializarlo, o lo envías a decenas de editoriales y esperas con paciencia una respuesta o te decides a auto-publicar.

 

Menú.

1.      Publicar y auto-publicar.

2.      Una ojeada al mundo editorial en España.

3.      Distribución.

 

 

1.      Publicar y auto – publicar.

 

Publicar consiste en que tu libro lo publique y distribuya una editorial. Es el método tradicional con el que se han sacado libros a lo largo de la historia. La empresa realizará todo el proceso de edición y correrá con los gastos. El autor no invierte dinero de su bolsillo en su obra. Sin embargo, como veremos a lo largo del artículo, no es un camino fácil ni reporta grandes beneficios. Más bien puede resultar desesperante.

 

Auto-publicar consiste en que el propio autor edita y publica su libro. Corre con todos los gastos. Controla todo el proceso y el resultado final. Existen distintas vías para hacerlo posible: Publicar en plataformas digitales que también te dan la opción de editar un libro físico, la más utilizada es Amazon. Delegar partes del proceso en empresas de servicios editoriales. O aprender a hacerlo tú casi todo. Casi todo, sí, porque hay pasos que necesariamente debes delegar en terceros para tener un producto óptimo, como la corrección. El escritor está orgulloso de su trabajo, apuesta por él y lo hace posible sin depender de terceros.

 

2.      Una ojeada al mundo editorial en España.

El sector editorial en nuestro país está altamente monopolizado. Aunque existen cientos de editoriales, la mayoría de ellas están agrupadas en torno a tres grupos editoriales ligados al capital financiero y extranjero. Ellas distribuyen el 70% de los libros que se compran en España. Editan el contenido que a ellas les interesa y les reporta beneficios, siendo conscientes de que se venda lo que se venda, como la banca del monopoly, ellos siempre ganan.

El Grupo Planeta es el gigante del sector. Dirigido por la familia Lara y ligado a CaixaBank es el principal accionista del complejo audiovisual ATRESMEDIA, propietarios de Antena 3 y La Sexta. Aplican la misma estrategia para el mundo televisivo que para el editorial. Tienen una división dirigida a un público, digamos de derechas, y otra para el de izquierdas. Intentan cubrir todo el espectro ideológico ofreciendo una gama diversa de contenidos que nunca ponga en cuestión sus intereses. Aglutinan decenas de editoriales que van desde “Seix Barral” a “Deusto Ediciones”.

 

El grupo Santillana es una división editorial del grupo PRISA, propietarios a su vez del periódico “El País” y de la “Cadena Ser.” Su principal accionista es el fondo de inversión norteamericano “Amber” y en su capital participan también “Telefónica” y  el banco “BBVA”. Monopolizan la distribución de libros de texto y literatura infantil y juvenil en España.

 

Penguin Random House es una multinacional con sede en Nueva York y presencia en los cinco continentes. En nuestro país controla editoriales tales como “Alfagüara”, “Altea”, “Bruguera”, “Plaza & Janés” o “Taurus”.

 

Los tres grupos centran su atención en distribuir super-ventas o en acaparar mercados cautivos como los libros de texto o sectores lucrativos como la literatura juvenil. Ofrecen un amplio catálogo, pero no se esfuerzan en su promoción, son conscientes de que siete de cada diez libros que se vendan los han publicado ellos, y por tanto siempre hacen caja.

Ellos han marcado las reglas del juego. Las editoriales más pequeñas luchan por subsistir aplicando las mismas normas. No priman la calidad literaria sino que se rigen por criterios económicos o por cubrir un catálogo destinado a un sector de público determinado.

De la gran cantidad de manuscritos que reciben las editoriales solo un 10% son ojeados. Muchos escritores envían su trabajo a decenas de editoriales esperando a que alguna se digne a leerlo, no ya a publicarlo. Esperando con mucha paciencia a recibir una respuesta. Si alguno consigue que le publiquen su libro ha de saber que cobrará en royalties un 10% de las ventas.

 

3.      Distribución.

Publiques con una editorial o te auto-publiques debes saber que las ventas te las vas a trabajar tú. La cantidad de ventas que realiza un libro depende del trabajo de promoción del autor. Su trabajo en redes sociales, su participación en eventos, las presentaciones, etc. La editorial no es la panacea que va a difundir tu libro. Es el autor el que da a conocer su obra y crea una comunidad de seguidores. Las editoriales centran la promoción en aquellos autores que más beneficios le reportan, con los demás, como mucho, intentan recuperar los costes de haber publicado una tirada de 300 o 500 ejemplares.

 

Después de todo ese trabajo de escribir y de darte a conocer percibes un 10% de las ventas. Lo que viene a ser 1,5 € por libro. Al entregar tu libro a la editorial pierdes gran parte de los derechos de tu trabajo. No eres dueño del producto final. Ellos deciden la forma definitiva del libro.

 

Aunque requiera una inversión, un escritor orgulloso de su libro, pensamos que debe dar un paso a delante y lanzarse a auto-publicar. Es lo que más satisfacción y beneficios emocionales, e incluso económicos le va a reportar. Es un proceso en el que el libro va cogiendo una forma concreta y el autor dirige cada uno de los pasos intermedios. Puede que este campo represente para él un territorio inexplorado, pero el autor, si quiere, encontrará en su camino personas que le acompañen. Lo más importante es apoyarse y aprender de otros escritores que realicen una práctica similar a la suya o hayan afrontado problemas que ahora se le presentan. Y si lo necesita, recurra a profesionales que le van a ayudar a resolver pasos concretos. En este dilema, nosotros apostamos por la auto-publicación. Ahora te toca a ti, querido escritor, debes tomar una decisión. ¿Publicación o auto-publicación?  

 

                   

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2 comentarios:

  1. Omitiste la coedición, que es una apuesta que muchas editoriales tradicionales también están manejando de forma bastante coherente. El gran problema de la autopublicación es que debes ser un as del marketing digital para que resulte medianamente rentable, además de que las cadenas de distribución regulares aún no ve con buenos ojos la presentación y visualización de un libro que no cuenta con el respaldo de la revisión por pares literarios que ofrecen las editoriales tradicionales.
    Coincido contigo que acceder a los grupos editoriales requiere ganar o ser finalista en un gran concurso (usualmente amañados) y tocando a puerta fría poco se logra. Ellos por lo general confían más en lo que les trae el agente literario, otro actor muy importante que no has mencionado.
    Y, en el caso muy hipotético que la autopublicación resulte un exitazo, ya vendrá una editorial importante a ficharte. Por suerte o desgracia el camino siempre lleva a las grandes distribuidores y no vale la pena tratar de hacer una revolución por el tema. Es solo cuestión de adaptarse y surfear la corriente.

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    1. Alex, tenemos más puntos en común de lo que parece. He dado una visión por encima del panorama editorial y es evidente que está monopolizado. Tú lo sabes bien que trabajas con una editorial, que no es de las que nombro, y estás peleando por tirar tu proyecto adelante.
      No hablo de la coedición ni de los agentes literarios porque son aspectos que no conozco. La auto-publicación es una opción. La que he tomado. Y desde luego no es un camino fácil. Es probable que hable de los escollos a los que se enfrenta y la dificultad que entraña en artículos posteriores.
      Un saludo.

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